La Pasión de Jesucristo representa el sufrimiento y sacrificio que Él soportó por la salvación de la humanidad.
La muerte de Jesús en la cruz simboliza el sacrificio supremo por los pecados de la humanidad y su amor incondicional.
La resurrección de Jesucristo es el evento que asegura la victoria sobre el pecado y la muerte, ofreciendo la promesa de vida eterna.