El milagro ocurrió durante la celebración de la Eucaristía, cuando el pan y el vino se transformaron de manera extraordinaria.
Este milagro fue documentado, proporcionando evidencia de la creencia en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
El milagro de Seefeld ocurrió en el siglo XIV, una época de profunda fe y creencias religiosas en Europa.