El agua bautismal simboliza la purificación y el renacer en la fe. Es un elemento central en la liturgia pascual.
La luz del cirio pascual representa la luz de Cristo resucitado. Su luz guía y da esperanza a los fieles.
Los himnos de alabanza son expresiones de alegría y celebración en la liturgia pascual, enriqueciendo la experiencia espiritual.