La exégesis medieval fue profundamente influenciada por la teología cristiana, que guiaba la interpretación de los textos sagrados.
Los estudiosos comenzaron a utilizar métodos más críticos y sistemáticos para interpretar los textos, mejorando la comprensión y el análisis.
La filosofía aristotélica se integró en las interpretaciones exegéticas, aportando un enfoque lógico y racional al estudio de los textos.