Identificar las señales del llamado divino puede resultar complicado y requiere una reflexión profunda sobre las propias experiencias.
Prestar atención a las emociones es clave, ya que pueden ser un indicativo de dirección en el camino vocacional.
Las oportunidades que se presentan en la vida pueden ser señales del llamado, por lo que es esencial mantener la mente abierta.