Las primeras apariciones del Sagrado Corazón fueron documentadas en el siglo XII, comenzando una tradición espiritual.
Las visiones más significativas del Sagrado Corazón ocurrieron en el siglo XVII, revelando importantes mensajes de amor.
Estas experiencias místicas enfatizaban el amor y la compasión de Jesús, invitando a los fieles a acercarse a su corazón.