Las lecturas bíblicas son esenciales para la formación espiritual de la comunidad durante la Misa, fortaleciendo la fe de los asistentes.
A través de las lecturas, los feligreses reciben alimento espiritual que nutre su vida cristiana y les guía en su camino de fe.
Las lecturas reflejan los principios del mensaje cristiano, promoviendo valores y enseñanzas fundamentales para la vida diaria.