El Sagrado Corazón representa el amor incondicional de Jesús hacia la humanidad, uniendo a las personas en compasión mutua.
Este símbolo también invita a reflexionar sobre el sacrificio de Jesús y su misericordia hacia todos, promoviendo la empatía.
Se invita a los fieles a reflexionar sobre cómo pueden responder al amor divino en su vida diaria y hacia los demás.